Por Valentina Díaz Gómez
Periodista
El 20 de enero de 1540 el Capitán Martín Galeano salió de Vélez, donde estaban las tropas del Conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada. Iba acompañado de un fuerte grupo de personas armadas a pié y a caballo con el fin de explorar del territorio de algunas gente llamada Territorio Guane.
Gonzalo Jiménez de Quesada |
A los tres días de haber dejado Vélez, cruzó un río llamado Coconubá (Conacuba o Conatuba) y luego empezó a hallar asentamientos humanos. El primero llamado Poasaque. Los habitantes, con su Cacique Cobaraque habían huido sin ofrecer resistencia, y luego accedieron a una reunión pacífica.
En un valle vecino recibieron regalos. Los hechos se repitieron en Poima. En territorio del cacique Chalalá los habitantes resistieron y fueron necesarios ocho días de persecución y lucha para la pacificación. Eran escaramuzas y emboscadas, básicamente. Los españoles tenían a ventaja de las armas de fuego y los caballos.
Galeano prosiguió hacia el Norte y a lo largo del río encontró gran cantidad de viviendas abandonadas, pero hallaron alimentos, ropa, tejidos y algo de oro. No hay mención alguna a asentamientos nucleados, solo "lugares bien poblados"• Nada semejante a lo que podría llamarse un «pueblo».
El invasor tuvo noticia de un cacique belicoso llamado Macaregua. Galeano y su gente ocuparon una ladera con abruptas geografía. En su intento de someter a sus habitantes la infantería escogió la casa más grande suponiéndola morada del cacique pero fueron contra atacados y repelidos por una organizada agrupación de guerreros guane.
La batalla fluctuó imponiéndose de un lado a otro hasta que un español fue dado de baja. Cuando intentaban rescatar el cadáver, llegaron otros Guane, pero fueron obligados a batirse en retirada. Este fue el único muerto por lado de los españoles. Los nativos fueron diezmados. Hubo una masacre donde murieron más de tres Guane como venganza.
Las viviendas de los nativos fueron levantadas en la falda de las colinas y no en terreno plano. No hay indicio de que vivían en un solo asentamiento pueblo debidamente estructurado. Aquellos que se vinieron a la batalla provenían de "barrios" vecinos.
Simón dice que el terreno del pueblo era accidentado, luego los españoles cambiaron de posición, ubicándose en la planicie. No hubo ataque de los nativos ya que se decía que la planicie estaba colmada de indios.
Deseosos de saber de dónde habían llegado tanto Guane la expedición recorrió sus asentamientos. En primer lugar fueron a Guanentá, según se cree el más importante cacique de la etnia. Este cacique vivió en la Mesa de los Santos entonces se llamaba Jériras.
Los habitantes huyeron pero los soldados españoles mantuvieron la persecución a los Guane asegurando su derrota. De manera similar reaccionaron los habitantes de Burategua.
El sometimiento de Butaregua trajo consigo la capitulación de todos los Guanes vecinos. La expedición se dirigió a Bócore que probablemente se encontraba en el Valle del Río Suárez.
Capitán Martín Galeano |
Galeano esperó en Bócore a que el cacique Cacher se entregara. Como no lo hizo fueron enviados a “darle una lección” un grupo infantería de 20 soldados y dos jinetes. La violencia desplegada por el conquistador saltó todos los límites.
Cuando entraron a dominios de Chianchón, una avanzada de cuarenta guerreros atacó y peleó hasta que todos ellos murieron o fueron capturados. Galeano avanzó hacia Vélez pasando por Siscoteo, Cotisco, Carahota, Sancoteo y Cupayñata. En su paso el español dejó desolación, muerte y sangre.
Alonso Luis de Lugo llegó a Vélez en mayo de ese año. Como gobernador, envió a Alonso Suárez a reasignar territorio Guane. Para Jerónimo de Aguayo la asignación incluía Chianchón. Los españoles ofendieron al valiente cacique quien este dio muerte a los españoles.
El incidente mostró ser el catalizador de un levantamiento general Guane con Chianchón a la cabeza. Eventualmente se constituyó una fuerza española bajo las órdenes de Juan de Ribera. Su misión, castigar a los culpables de defender su heredad. El resultado fue aproximadamente cuatro años de descontento y resistencia continua. Para el año de 1543 se rebela el cacique Chanchón, de la encomienda de su mismo nombre, porque Jerónimo de Aguago abusaba en el cobro de los tributos exigiéndoles cada vez más. Cansados de esta explotación se juntaron un buen número de guerreros contra el encomender y sus aliados, pero poco duró esta revuelta pues pronto fueron pacificados por refuerzos que llegaron procedentes de Vélez
En 1547 Miguel Díaz de Armendáriz envió a su sobrino Pedro de Ursúa a concluir lo que Ribera había iniciado. Se produjeron por lo menos cuatro enfrentamientos antes de que Chianchón fuera derrotado y puesto en prisión. Bartolomé Hernández de León administraba el territorio de Chianchón.
Documentos: Existen dos principales crónicas: la de Juan de Castellanos y la de fray Pedro Simón. Relatos posteriores como los de Piedrahita y Acosta, basados en los dos anteriores.
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